Los días 20 y 21 de abril vivimos una edición muy especial del evento de Pascua en nuestra granja educativa. A diferencia del año anterior, donde la asistencia fue altísima, este 2025 decidimos optar por una experiencia más íntima: solo con reserva previa. ¡Y fue un éxito total!
Desde temprano, las familias llegaron con mucha ilusión. Algunos grupos se presentaron 15 minutos antes del horario de apertura, con los peques listos para lanzarse a la búsqueda de huevos escondidos. El ambiente fue precioso desde el primer momento: alegría, sonrisas, muchas preguntas curiosas y ese toque mágico que nos encanta ver cuando niños y niñas conectan con la naturaleza.
Uno de los momentos más entrañables fue cuando se encontró el huevo de avestruz de Pascua. El premio: un enorme huevo de chocolate… pero el pequeño ganador decidió devolverlo. “Prefiero quedarme con el huevo pintado”, dijo. Aún lo recordamos con una sonrisa.
Ni siquiera la plaga de mosquitos logró estropear la experiencia. El buen humor y la emoción de compartir en familia nos acompañaron durante toda la jornada.
Gracias a todas las personas que nos acompañaron. Este tipo de encuentros nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos. ¡Nos vemos en la próxima aventura!